viernes, 9 de octubre de 2015

Éranse dos veces...


Sueña y mece su figura incandescente
al ritmo de una respiración tranquila.
Ella es la inquietud de un niño,
La curiosidad que mató al gato,
Una leona porque destaca, ataca, lucha y protege.
Tiene esa armadura que se empeña en dejar caer sobre su cuerpo, 
Para evitar que nada le haga caer a ella.
Y luego ese corazón adolescente y febril
que se vuelve loco por una historia de amor apasionada,
Y que llora con los finales inesperados.
No lo sabe todavía,
Pero su luz hará que el sol la envidie.
No pierde el tiempo con quien no sabe volar,
Y, sin embargo, ella siempre retrasa su vuelo.
Es mi fuente de sabiduría,
Mi Faro de Alejandría.
Ella, es mi madre

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