A veces añoro una mirada
Que a pocos centímetros de la mía,
Altere los latidos de mi corazón.
A veces, añoro una mirada
A pocos centímetros de la mía.
A veces imagino unos labios
Que eclipsan los míos,
Me cierran los párpados
Y se llevan mi aliento.
A veces, una sonrisa inaudible
Que me dice justo lo que quiero escuchar.
A veces el abrazo cálido
De unos brazos que me esperan.
El tacto suave de unos dedos
Que bordean mi silueta,
Y me acarician los lunares.
Otras, me acuerdo de los días
en los que sentía la primavera florecer dentro de mí.
Ahora me deshoja el otoño,
Y no me molesta este viento,
Pero al final, yo soy de las que creen
Que se puede morir de amor.