miércoles, 8 de enero de 2014

Mi corazón

A mi corazón se le ha agotado el tiempo de espera. Se ha cansado de tener que  andar evitando las dos palabras mágicas pero prohibidas. Se ha cansado de taparse la boca cada vez que le entran ganas de gritarlas a los cuatro vientos. Se ha cansado de tener miedo a espantarte por decir algo inesperado o para lo que no te sintieras preparado. Se ha cansado de tener que atar y controlar a Diástole y Sístole cada vez que te acercas por si acaso te asustas al oírles y les hieres como ya lo habían hecho antes. Se ha cansado de tener que latir solo una vez por segundo al verte sonreír. Se ha cansado de que le ordene que se relaje antes de besarte. Se ha cansado de morirse de ganas por besarte él. Se ha cansado de tener que conformarse con sentirte. Se ha cansado de estar frustrado constantemente porque soy yo quien puede verte, y no él. Se ha cansado de tener que imaginarte por fuera, además de por dentro. Se ha cansado de no poder pedirte que duermas con el, que le arropes en invierno, que le cantes canciones como a mí, que le estrujes los mofletes como a mí y que le cuentes todo lo que sabes como a mí. Se ha cansado y se ha ido. A otro cuerpo, supongo. Y no puedo enfadarme con él porque le entiendo. Porque yo me habría cansado en el momento de no poder besarte...