miércoles, 16 de junio de 2010

María

Dicen que es guapa, preciosa y princesa, como las de su clase, sin embargo, es diferente y no sabe por qué. Ha escuchado hablar del síndrome de down, pero ella no lo entiende, no entiende por qué su hermana, con dos años menos que ella, le habla como si fuera su hermana mayor, no entiende por qué es la favorita de la familia. Nada, no entiende nada. Quiere saber tanto como Laura, su hermana pequeña, quiere hablar con tanta fluidez como ella, quiere ser como ella. Sin embargo, está atada a ese sentimiento de felicidad que todos creen que siente. Todos piensan que ella es feliz así, pero intuye que algo falla, y no quiere hacerle caso a la gente que se lo recuerda. La única razón por la que es feliz, es por el apoyo que tiene las 24 horas del día, pero será feliz para siempre, cuando su deseo de ser como cualquier chica se cumpla. Espera que para su decimosexto cumpleaños, se haga realidad el mismo sueño que soñaba con seis años.