viernes, 9 de octubre de 2015

Metamorfosis

Cuando te pese la rutina 
y la cotidianidad te aburra,
no te conformes, 
no lo aceptes. 
Baila con el giro. 

Cuando ya no te seduzca lo de siempre, deshazte de esa palabra. 
Saluda a lo de hoy, 
y a lo de mañana, 
y asegúrate de que cada día, 
sea un capítulo diferente de tu vida. 

Cuando tu alrededor 
te perfore las heridas 
con los recuerdos, 
sonríe y ciérralas del todo. 
Porque si pudiéramos retroceder, 
no avanzaríamos. 

Cuando sientas que el riesgo 
es un peligro, 
juega. 
Pero sobre todo juégatela. 
Aprende a fluir con la posibilidad, 
a ser consciente de tus errores, 
para no volver a cometerlos, 
y ábrele la puerta a la metamorfosis. Porque aunque Kafka 
reflejó esa palabra 
en una cucaracha, 
tú solo vas a liberar tus alas.

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